Existen dos tipos de bandas de fluctuación:
- Simétricas: Son aquellas que pivotan en torno a un tipo de cambio central oficial. Por ejemplo +/- 1%.
- Asimétricas: Son aquellas que van variando en función de cómo cambie el tipo de cambio.
Podemos decir, por tanto, que los Bancos Centrales actúan en favor del mantenimiento de tipos de cambio estables que inciden en la balanza comercial de los países. A su vez, son un instrumento de política monetaria cuya intervención solamente puede ser realizada por éstos.
Recordemos que, por ejemplo, la política monetaria en la UE es llevada a cabo por el BCE (Banco Central Europeo), de este modo, los bancos nacionales no pueden llevar a cabo esta intervención.
El euro, un ejemplo de establecimiento de bandas de flotación
Este caso se dio, por ejemplo, durante la adopción del sistema monetario europeo para la entrada del euro, donde los países debían fijar su moneda al marco alemán, moneda de referencia entonces, y donde la fluctuación no debía pasar del más menos 3% del tipo inicial acordado.
Con ello se conseguía que los países adoptaran políticas monetarias estables durante algunos años que permitieran entrar en una moneda fuerte sin fuertes desequilibrios ni grandes fluctuaciones que les impidieran acceder a una posterior moneda de cambio fijo (euro). Donde las decisiones monetarias se adoptaran en un banco central único con la correspondiente pérdida de soberanía, y que sin embargo no sirvió para que países como Grecia, Portugal, Italia o España no tuvieran dificultades.
FUENTE: ECONOMIPEDIA