En la actualidad, existen diferentes tipos de activos financieros. Dependiendo de si se quiere realizar una inversión a corto o largo plazo, o el riesgo que se quiera asumir, se elegirán unos u otros.
Activos de renta variable
Los activos de renta variable son aquellos que tienen un rendimiento futuro totalmente desconocido. Por ejemplo, las acciones de las compañías tanto públicas como privadas.
Al tener un valor que fluctúa debido a diferentes factores, como los resultados y la evolución de la empresa en el mercado o el contexto económico, tienen el nombre de renta variable. Cuando se compran activos de renta variable es imposible saber la rentabilidad de estos, ni tan solo si se recuperará el capital invertido. Los activos de renta variable suelen ser inversiones de medio a largo plazo.
Este tipo de activos tienen un gran riesgo, no tienen vencimiento y la única forma de poder recuperar la inversión es revendiéndolos.
Activos de renta fija
Los activos de renta fija son las emisiones de deuda que normalmente emiten los gobiernos o las empresas. La rentabilidad de este tipo de activos ya se conoce antes de comprarlos y sirven para que las organizaciones privadas o públicas puedan captar fondos en forma de deuda.
Este tipo de activos tiene un vencimiento ya determinado. Cuando llega la fecha, el tenedor recuperará el capital con las condiciones ya acordadas como, por ejemplo, los intereses. La ventaja de los activos de renta fija es que el inversor siempre puede saber la rentabilidad que se tendrá.
Activos Cash o Cash equivalentes
Los activos Cash o Cash equivalentes son activos de inversión a corto plazo, con una calidad crediticia elevada y con un riesgo bajo.
Mediante este tipo de activo se obtiene un rendimiento mediante el pago de intereses, que normalmente no suelen ser muy elevados. Los T-Bills, Certificados Bancarios o los Papeles comerciales son algunos ejemplos de Cash y Cash Equivalentes.
Bienes raíces
Aunque la inversión en bienes raíces no es considerada como un activo en sí, también es interesante mencionarla, ya que puede ser muy relevante en una cartera.
Los bienes raíces tienen lugar cuando se invierte en propiedades con el objetivo de obtener un rendimiento, por ejemplo, mediante el alquiler o una venta futura. Este tipo de inversión puede realizarse a corto plazo o “flipping”, comprando una propiedad, remodelando y vendiendo o bien a largo plazo.
FUENTE: EALDE
