El hecho de que Bitcoin sea la criptomoneda más antigua significa que se considera una especie de progenitor de todas las demás criptomonedas disponibles hoy en día. En abril de 2018, Coinmarketcap enumeró más de 1.500 criptomonedas, y todas ellas, excepto Bitcoin, entraron en la categoría de «altcoin».
En términos de capitalización del mercado en agosto de 2019, las principales altcoins en Coinmarketcap clasificadas en orden descendente fueron Ethereum, Ripple, Bitcoin Cash, Litecoin, Tether, Binance Coin, EOS, Bitcoin SV, Stellar, Cardano y Monero.
Algunas altcoins no son muy antiguas. Esto también significa que una serie de altcoins que estaban entre las diez primeras en términos de capitalización de mercado en los primeros días de las criptomonedas ya no existen o no son tan populares como solían ser.
El término «capitalización de mercado» supone una medida importante a la hora de evaluar el valor de mercado de una criptomoneda. Esta cifra se calcula a partir del precio actual de mercado de una criptomoneda multiplicado por el número total de monedas en el mercado (conocido como el suministro circulante).
También hay monedas alternativas que han sido desarrolladas para usos muy limitados
¿Hay alguna característica que todas las altcoins tengan en común?
Las criptomonedas como Bitcoin, Ether y otras pueden ser utilizadas para pagos en varias plataformas y no solo en su entorno nativo. Muchas altcoins no son tan diferentes de Bitcoin y solo ofrecen algunas características exclusivas, como diferentes métodos de distribución o diferentes algoritmos de minería.
Sin embargo, la mayoría de las altcoins también funcionan como criptomonedas con el propósito principal de servir como depósito de valor y para manejar pagos descentralizados entre pares. Pueden ofrecer una mayor velocidad de transacción o más privacidad que otras monedas. Además, algunas altcoins han sido desarrolladas para casos de uso muy limitados. Se alejan del objetivo original de Bitcoin como red de pago entre pares.
Las bifurcaciones de Bitcoin y las criptomonedas basadas en Bitcoin
Varias criptomonedas se basan en los estándares técnicos de Bitcoin. Por lo general, tienen un suministro fijo y necesitan ser minadas a través de un proceso llamado Prueba de Trabajo. La más destacable de estas criptomonedas es Litecoin.
La primera altcoin que se bifurcó de Bitcoin fue Namecoin. Namecoin se introdujo en abril de 2011 y se basa en el código fuente de Bitcoin. También está limitada a 21.000.000 monedas como Bitcoin. Para los fundadores de Namecoin, esta es «una tecnología experimental de código abierto que mejora la descentralización, la seguridad, la resistencia a la censura, la privacidad y la velocidad de ciertos componentes de la infraestructura de Internet como el DNS y las identidades».
Litecoin
Litecoin es una altcoin que fue creada para convertirse en la «plata» del «oro» de Bitcoin. Mientras que el tiempo medio para confirmar una transacción en la red de Bitcoin es de poco más de 10 minutos, la red de Litecoin tarda unos 2,5 minutos. Litecoin también se había propuesto originalmente facilitar el acceso a la minería al usuario medio. Litecoin utiliza un algoritmo criptográfico fundamentalmente diferente a Bitcoin llamado Scrypt.
Ethereum y aplicaciones descentralizadas (DApps)
El Ether, que funciona con la blockchain de Ethereum, es actualmente la segunda mayor criptomoneda en términos de capitalización de mercado.
A diferencia de Bitcoin, el objetivo de Ethereum no es solo permitir los pagos entre pares, sino también servir como un tipo de sistema operativo para aplicaciones descentralizadas (DApps) que se ejecutan sin tiempos de inactividad, fraude o cualquier tipo de participación de terceros.
Por lo tanto, los ordenadores de la red descentralizada de Ethereum tienen dos funciones: registrar las transacciones y producir contratos inteligentes.
Los DApps se construyen sobre la blockchain de Ethereum y su ventaja es que la computación está descentralizada. Los desarrolladores se cargan en el Ether para utilizar la potencia de computación en la red. Ninguna institución o autoridad controla por sí sola la red de Ethereum y los componentes esenciales están distribuidos. Por lo tanto, es casi imposible atacar la red, que ofrece a los clientes la experiencia mejorada de aplicaciones fiables y seguras.
ERC-20 es el estándar técnico para contratos inteligentes para la implementación de tokens en la blockchain Ethereum.
Dogecoin, la criptomoneda divertida
En un tono más desenfadado, ha habido muchas criptomonedas que fueron construidas con la intención de burlarse de Bitcoin. La altcoin más destacable en este sentido es Dogecoin, que fue concebida en 2013 como una «moneda de broma», utilizando un meme de Internet ampliamente conocido. Sorprendentemente, Dogecoin se hizo popular enseguida y ha ganado una capitalización de mercado cercana a los 298.770.000 dólares americanos según cifras de agosto de 2019.
A diferencia de otras altcoins, los principales usos comerciales de Dogecoin son limitados; sin embargo, es muy popular entre los usuarios de medios sociales que dan propinas en Dogecoin a otros usuarios por proporcionar contenido interesante, lo que hace de Dogecoin la moneda de propinas de Internet.
IOTA y Tangle
Otro proyecto popular de altcoin es IOTA, una red de código abierto fundada en 2015. Cada actor que participa en la red de IOTA tiene los mismos incentivos y recompensas. Después de realizar un trabajo computacional para verificar dos transacciones anteriores, la recompensa es la validación de la propia transacción del nuevo participante.
Así, los participantes pasan a formar parte de un sistema de transacciones de «pago por adelantado» en una estructura llamada «Tangle». No se ofrecen otras recompensas financieras, la red es gratuita y libre de comisiones, y permite una gran escalabilidad. Cuanto más activos sean los participantes de la IOTA, más rápido se validarán las transacciones.
Pantos, el sistema de tokens de la multiblockchain
Por otra parte, el proyecto Pantos se ha propuesto establecer nuevas normas para la transferencia descentralizada de tokens de cadena cruzada (cross-chain). PAN es el token ERC 20 que respalda Pantos. El PAN fue creado para convertirse en el primer token denominador universal. El objetivo de la tecnología de Pantos es permitir la transferencia de activos de una blockchain a otra.
Por ejemplo, tomemos las acciones de una empresa como ejemplo de caso de uso, y supongamos que las acciones de la propiedad de una empresa específica se iban a convertir en tokens de utilidad en una blockchain. Esto permitiría hacer trading con acciones en el mercado de criptomonedas.
Sin embargo, se producirían grandes diferencias de precio si cinco proyectos diferentes aportaran un token de utilidad para las mismas acciones en cinco blockchains diferentes. Pantos proporciona una solución de denominador universal para las cinco blockchains y los usuarios pueden entonces decidir qué blockchain prefieren.
¿Pueden «morir» las altcoins?
Sí. De hecho, ha habido muchas altcoins después del lanzamiento de Bitcoin que fracasaron o que nacieron ya incluso sin intención de sobrevivir en muchos casos, porque se lanzaron como proyectos de estafa o monedas para especular.
Sin embargo, una altcoin fracasa sobre todo por su falta de utilidad. Es decir, puede pasar que el uso de una altcoin se superponga con el de otra más popular: ambas pueden ofrecer características y servicios muy similares al usuario. Solo en 2018, hubo más de 1000 criptomonedas que fracasaron, lo que significa que se hizo trading por valores inferiores a 0,01 USD.
No obstante, una altcoin llega a fracasar, sobre todo, por su falta de utilidad: su uso puede verse eclipsado por el de otra altcoin similar para el usuario.
Seguimos adelante: El futuro de las altcoins
Algunos actores del sector sostienen que todas las criptomonedas se han desarrollado gracias a Bitcoin y que hasta el 99 % de todas las altcoins acabarán perdiendo su valor. El objetivo a largo plazo ha de ser desarrollar una altcoin sólida para un caso de uso muy específico: abordar un propósito y una necesidad estrechamente definidos dentro de un marco normativo razonable, buscando constantemente la adopción masiva para mantener su valor a largo plazo.
FUENTE: BITPANDA