Cuando Oguz Alper Oktem vio un par de patinetes eléctricos frente a su apartamento de Los Ángeles en el verano de 2017, el entonces director de la respuesta turca a Netflix se preguntó cómo podrían ayudar a aliviar el tráfico en su ciudad natal, Estambul, donde la congestión del tráfico es una de las peores del mundo.
Tras regresar al centro financiero turco un año después, Oktem dejó su trabajo en BluTV y se puso a planear la creación de una aplicación de micromovilidad. La búsqueda de opciones le llevó hasta Grecia, volviendo a casa en un largo viaje sobre dos ruedas. El resultado ha sido una plataforma que ofrece servicios de patinete eléctrico, bicicleta y ciclomotor.
Ahora, solo cuatro años después, Marti -la palabra turca que significa “gaviota”- está a punto de convertirse en la primera empresa turca que sale a bolsa en Nueva York mediante una fusión con una empresa de ‘cheque en blanco’ o SPAC por sus siglas en inglés. Con un valor empresarial de 532 millones de dólares, la empresa, antes conocida como Marti Ileri Teknoloji, se ha fijado el ambicioso objetivo de multiplicar por más de 10 esta valoración.
Oktem, de 31 años, apasionado ecologista y antiguo banquero del Deutsche Bank, sigue adelante con los planes de fusionarse con Galata Acquisition -una sociedad de adquisiciones con fines especiales centrada en Turquía y respaldada por Callaway Capital Management-, incluso cuando el auge de las SPAC que comenzó al inicio de la pandemia se desvanece.
Una serie de fusiones destacadas se han desvanecido en los últimos meses debido a la volatilidad del mercado y al desvanecimiento del apetito de los inversores. A principios de julio, el valor de las operaciones de SPAC había caído a unos 10.000 millones de dólares este año, frente a los 149.000 millones de dólares de todo 2021, según Bloomberg Intelligence.
Mientras tanto, el índice De-SPAC, una cesta de empresas que completaron sus acuerdos, se ha desplomado casi un 60% este año, en comparación con un descenso del 13% en el índice S&P 500.
Oktem descarta la crisis y dice que no hay nada de qué preocuparse si tanto la SPAC como la empresa objetivo son fuertes. “No perdemos dinero, sino que lo ganamos”, ha asegurado en una entrevista en la sede de Marti en Estambul. “Creemos que solo hemos hecho el 10% del negocio que acabaremos haciendo en Turquía”.
Marti está aprovechando el auge de las aplicaciones de transporte por carretera, que atrajeron 2.830 millones de dólares de inversión en 2021, frente a los 1.310 millones del año anterior, según un estudio de BloombergNEF, CB Insights y PitchBook.
La empresa espera un ebitda de 835.000 dólares este año y prevé un salto a 31,7 millones de dólares en 2023 a medida que la firma amplíe su flota. En comparación, Bird Global, con sede en Texas, que opera en 35 países, y Helbiz, que opera en Norteamérica e Italia, tienen cifras negativas de ebitda, según las presentaciones de la empresa y los datos de TradingView.